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Así como si nada pasó por delante de los asistentes un instante sugerente que, a buen seguro, será difícil de repetir. Casi un leve pestañeo para comprender un hecho incomprensible para según qué mentes. Un espacio de atmósfera ligera, tranquila, despejada. Y fuera, el ruido del día a día. La pesadez del viento en las orejas. La sensación de que todo pasa y se repite en la rutina diaria. Pero lo sucedido el jueves en Riojafórum fue una vez. Una sola vez. Y es magnífico que así sea. Un instante placentero, reconfortante para los sentidos. Un sorbo de pasión gastronómica. Un lujo para los cinco sentidos.
La Sesión Capital se significó como un espacio para el placer, donde Pedro Cárcamo, del Tastavín, configuró un nuevo esquema gustativo a los presentes. Porque aquello del blanco para los mariscos y los tintos para las carnes rojas queda como un vago recuerdo. Lo estructuró con dos creaciones Pedro Cárcamo, seis bocados, y lo explicó con su conocimiento enológico José Ramón Jiménez Berger, El Educador en Vinos, que maridó tres vinos que sacaron a los presentes del maravilloso tempranillo para transportarles hacia otras variedades intensas y sugerentes como el mazuelo y la maturana, todas ellas riojanas.
Tosta de arenque ahumado sobre crema de Queso Camerano, salsa de pepino, yogur y sus huevas. Tres bocados. Un sorbo a cada uno de los tres vinos; Cerro Añón Mazuelo 2012 de Bodegas Olarra, Beronia Mazuelo Reserva 2010 y Colección Vivanco Parcelas Maturana 2012. Tres bocados, tres sorbos, seis sensaciones diferentes para comprender cómo el vino influye en lo que comemos.
A continuación, y con los mismos caldos, la vieira asada con puré de coliflor de Calahorra, salteado de setas de La Rioja y aroma de trufa. Cortar en tres bocados y degustar un pincho que no conviene olvidar, y que ya está a disposición de todos en El Tastavín. Una delicia. Y todo bajo el paraguas del conocimiento de los productos riojanos como elementos principales o secundarios en tapas sabrosas y creativas.
Olfato, vista, gusto, tacto... y el oído. Los cinco sentidos que acabó de redondear la artista Elena Aranoa, que cantó por boleros, fados y otras exquisiteces en un viaje musical sobre un piano que acarició con su voz.
http://www.degustalarioja.com/noticia/tapas-vinos-otras-1532.html
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